Entendiendo a mi hijo ADOLESCENTE
Una perspectiva sobre la adolescencia
Vivimos en una cultura en la que se
estigmatiza la adolescencia, describimos a los adolescentes como torpes,
descuidados, malcriados, desobedientes, impacientes, impulsivos…, sin embargo,
en otras culturas, el paso de la niñez a la vida adulta (o sea, la
adolescencia) se celebra con diferentes ritos y fiestas, que dan al chico o
chica, el impulso necesario, para afrontar con fuerza y ánimos esta etapa.
Los adolescentes, pasan por un tiempo de constantes cambios, tanto físicos (aumento en la masa muscular, cambios en la voz, aparición de vello corporal, maduración de aparato reproductor, etc.), como cambios psicológicos, en los que aparece el pensamiento formal (hasta aquí eran incapaces de pensar de forma abstracta), empieza a formarse la identidad y el cerebro está preparado para empezar a hacerse preguntas como “¿Quién soy yo en realidad?, ¿Qué cosas me gustan? ¿Con qué cosas estoy de acuerdo y con cuáles no? ¿Cuál es mi papel en el mundo? ¿Seré capaz de afrontar la cantidad de responsabilidades que se me vienen encima?”
Tienen que empezar a decidir qué será de su futuro, comienzan las comparaciones con los compañeros y la necesidad de ser aceptados por ellos. Además, empiezan a darse cuenta, de que “papi y mami” no van a estar siempre, para decirme por donde ir, ni para mantenerme. En medio de este bombardeo de pensamientos y cambios físicos, vemos conductas que consideramos de rebeldía, pero en realidad, son muestras de que ellos están buscando “su lugar en el mundo”.
Como padres, para poder tratar con ellos, es imprescindible que entendamos el momento por el que están pasando, y que podamos adaptar la forma en que nos comunicamos con ellos, las tareas que les asignamos, y las muestras de cariño que damos y recibimos de nuestros hijos adolescentes, pues ya las fórmulas que usábamos cuando eran niños, no funcionan.
La regla de oro es el amor, considera que la batalla que está pasando tu hijo, determinará el adulto que va a ser mañana, con lo cual, tu también tuviste que pasar por ahí para ser el adulto que eres hoy. El amor, acompañado de reglas firmes y de comprensión, será la clave, para poder entenderte con él. No dejes de infundirle tus valores y experiencia ante la vida, pues, aunque parezca que ahora no obtienes resultados, los consejos de papá y mamá siempre quedan en nuestra mente y corazón.
En todo caso, recuerda que la adolescencia es una ETAPA, que no es el fin, cuando sientas que no puedes más, que no sabes que hacer, recuerda que esta etapa pasará y ellos comprenderán el amor que les tienes y el valor de tu experiencia ante la vida.


